MURALES PARA CHILE

De chica comenzó a pintar, y rayar paredes, tanto así, que su mamá decidió entregarle una muralla para que hiciera en ella sus obras. Evelyn Torres, más conocida como La Loica, nació y creció en Melipilla, en el pasaje Las Loicas, donde coincidentemente veía siempre a ese pájaro típico chileno “para mí era muy especial y particular, lo encontraba hermoso y el nombre igual es único”, por eso, tiempo después, decide tomar ese nombre como seudónimo.

Cuenta La Loica, que de chica era muy tímida, y que su medio de expresión fue el dibujo y hoy, en actividades como la realizada en el Liceo Gabriela Mistral, a través del dibujo, logra también conectarse con niños, que al igual que ella, se expresan a través del arte. “Yo creo que es un lenguaje más, que podemos expresar sin hablar, sino con gestos, con líneas, podemos de verdad, manifestarnos de manera muy plena”, afirma.

Evelyn Torres perfeccionó sus conocimientos estudiando Artes visuales en la Universidad de Chile y en la Universidad de Arte de Buenos Aires. Más tarde complementó susestudios con un diplomado de Arte Social y Construcción en la USACH.

Dedicada al muralismo y la ilustración ha participado en trabajos colectivos, intervenciones, exposiciones, festivales en países como Argentina, Perú, Uruguay y Canadá. “En el camino, con los estudios he ido puliendo, pero yo creo que siempre he estado cerca del muralismo”.

A Evelyn, no le gusta describir su trabajo, “siento que es un proceso super intuitivo en el cual como que las imágenes y

el dibujo salen solo”, afirma. El mural realizado en el Liceo Gabriela Mistral, de Melipilla, comenzó con una lluvia de ideas entre distintos grupos de la comunidad escolar, y con estas ideas La Loica propuso dos bocetos, el ganador, votado por unanimidad, es el que da vida al actual mural. “Los conceptos que ellos me dieron fueron: familia, contención, diversidad, multiculturalidad”, cuenta la artista y eso quiso representar en el mural, “e integrarlo y mostrarlo, lo que somos como sociedad es fundamental, siento que se ve reflejado en el mural, como también el desarrollo en distintas áreas de los niños y niñas, por eso también quise colocar distintas herramientas sobre todo de arte, y sencillas como un lápiz”.

“Me acuerdo cuando niña también, a veces estaba aburrida y pensaba, con un lápiz y una hoja en blanco uno puede hacer un mundo, y podía estar horas y horas dibujando sin aburrirte, con algo tan básico como eso. Eso también quise reflejar acá, mostrarles a los niños que con pocas cosas podemos crear maravillas”, reflexiona Evelyn.

La música, el amor, y la fuerza trabajadora son las tres fuentes de inspiración para Evelyn. Aunque a veces necesita momentos de silencio, la mayor parte de su trabajo la realiza escuchando música. Su segunda fuente, el amor, la mueve: “y siento que mi trabajo también lo transmite, porque cuando estoy arriba de los andamios, estoy pensando en eso y entregando a pleno, con ese sentimiento”, afirma.

Por último, la fuerza trabajadora, inspirada en su padre y madre, le da ímpetu, energía: “tienen esa fuerza que me motiva, y que creo que también heredé, y lo veo en otras personas que dan todo por su pasión y eso creo que también es una fuente de inspiración muy grande”, concluye Evelyn.